martes, 2 de octubre de 2012

El mundo de los deshidratadores

Hace ya unos años que la deshidratación entró con fuerza dentro de las técnicas empleadas por los cocineros.
Los deshidratadores, por su facilidad de uso, rendimiento y diferentes posibilidades de empleo abren al profesional una nueva manera de preparar alimentos y generar texturas crujientes con mayor precisión, sustituyendo el horno como secador.
Las principales diferencias entre la mayoría de los aparatos que existen en el mercado residen en el tamaño, capacidad y en el material de construcción. Pero casi todos los deshidratadores tienen la misma forma de funcionar. Estas unidades generan el calor en la parte inferior apilando las diferentes bandejas redondas perforadas donde se distribuyen los alimentos.

Su sistema de reparto de calor permite el deshidratado de todo tipo de alimentos  (quesos, carnes, pescado y moluscos, verduras y frutas, especies, setas, flores, pastas, etc.) además de sus posibilidades a la hora del deshidratado de salsas, cremas, yogures, quesos, espumas, mousses, masas, etc.
 
 

Es posible controlar con precisión el grado de deshidratación, rapidez, e incluso mantener condiciones de seguridad alimentaria, ya que pueden ceñirse a las normativas de seguridad e higiene (dehidratado de productos con riesgo alimentario) y variar la temperatura a medida que va disminuyendo el grado de humedad, dando al producto un toque más crujiente, menos requemado y más saludable.

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